Mitomanía Institucionalizada

MITOMANÍA INSTITUCIONALIZADA

León Galindo Stenutz
27 de agosto, 2008


No hay mayor mentira que la verdad mal entendida.
- William James.

De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes
- Jules Renard

La mitomanía no puede, no debe y de hecho no existe en una sociedad civilizada, culta y progresiva en la cual prevalece el respeto mutuo entre gobierno y sociedad.

Sin embargo, este no es el caso hoy en Bolivia y en otros países en las cuales la mitomanía institucionalizada prevalece por encima de la decencia y de la dignidad.

En Bolivia – como en el Zimbabwe de Mugabe, la Argentina de Perón y la ex-Yugoslavia de Milosevic, la mitomanía institucionalizada es más que habito, conducta y comportamiento habitual de los principales servidores públicos. Es, en efecto, una política de estado institucionalizada, precisamente concebida y cuidadosamente aplicada, día tras día, tema tras tema, batalla tras batalla.

Para el gobierno del MAS y sus partidarios y aliados en Bolivia y en el mundo la mitomanía institucionalizada es estrategia, doctrina y ley. Esto es perfectamente entendible, lógico, coherente y consistente con una ideología basada en el bastardo y equivocado principio de que el fin justifica los medios, en un concepto de predestinación histórica basada en la lucha a muerte entre clases sociales y en una cosmovisión fundamentada en su esencia misma en la negación de la verdad.

Dada la urgencia de resolver problemas reales que no se dejan esperar (pobreza, deterioro ambiental, demografía desequilibrada, etc.), es urgente que los estudiosos de la política, del poder y del liderazgo en todo el mundo aceleren el estudio científico de la mitomanía institucionalizada como indicador primario del progreso o retroceso de las naciones.

El Gobierno del Sr. Evo Morales es un claro y contundente estudio de caso que demuestra la relación directa entre Mitomanía Institucionalizada y Retroceso. Aquellos que desean hacer un estudio en vivo de esta relación no deben perder el tiempo – al igual que Zimbabwe, Yugoslavia y tantos otros países, Bolivia claramente retrocede en muchos de los indicadores fundamentales de desarrollo y si se hace un trabajo detallado es posible identificar relaciones directas entre estos retrocesos y la mitomanía institucionalizada.


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